Ser lanzador de rotación en Grandes Ligas exige combinar la precisión de un pintor (de brocha fina), pero que el pincel toque el lienzo con la potencia de un Fórmula Uno y que llegue con el veneno de una serpiente Tapián occidental. Es tan difícil encontrar ese talento que los mejores ganan hasta US$43 millones por seis meses.
Framber Valdez, quien viviera una odisea para oficializar su firma por una reiterada alerta médica, no solo hace ese trabajo de forma magistral (sus 399.1 entradas laboradas entre 2022 y 2023 es la quinta mayor en la MLB), sino que lo logra con el brazo que él convirtió en su principal… no el que trajo de «fábrica».
Valdez, de 30 años, ha sido de los mejores zurdos del Big Show desde 2021; en 2022 ayudó a los Astros a ganar su primera Serie Mundial, ese año logró el récord de salidas de calidad en fila (25) y tiró un no-hitter en 2023.
Lo excepcional es que solo en el montículo se comporta como un izquierdo. La historia moderna registra a Greg A. Harris y Pat Venditte como lanzadores ambidiestros. Pero derechos que hayan tomado el brazo zurdo para lanzar (o viceversa) el dominicano Enny Romero es la otra referencia.
Una curiosidad
Valdez nació con la mano derecha como su principal y es la que utiliza para la mayoría de actividades que requieren precisión. Pero a los 10 años, en su nativo Palenque, se convenció de que los zurdos «eran algo especial», comenzó a practicar con esa mano y ni las seis organizaciones que echaron para atrás las firmas porque el escáner sugería cirugía Tommy John le hizo cambiar de idea.