Diecisiete días y 10 juegos más tarde, las Águilas encontraron la tecla que pone a vibrar a su vasta afición.
La noche del miércoles en el Quisqueya, donde habían ganado por última vez el 29 de octubre, el equipo amarillo puso fin a su racha de nueve derrotas, se impuso en otro choque de fotofinish ante el Licey en un resultado que representa un tanque de oxígeno y que puede ser un punto de inflexión.
La novena cibaeña remontó para ganar a los Tigres 3-2; lo hizo ante el lanzador que más lo ha dominado en el último lustro, César Valdez, en una noche donde su talón de Aquíles, el relevo, dejó en cuatro hits en seis innings al conjunto que dirige José Offerman (11-9). El Licey bajó al tercer lugar.
Se trata de la primera victoria en cuatro partidos del conjunto bajo las riendas de Tony Peña y llega al partido 20 de la fase regular con marca de 6-14, todavía en el sótano, pero con espacio para soñar con la épica en los próximos 30 encuentros.
Los bates aguiluchos despacharon 10 imparables sobre el terreno del Quisqueya y negociaron cuatro boletos en una noche donde hasta en la última entrada tuvieron espacio para ampliar la pizarra al llenar las bases sin outs, aunque no anotaron.
La defensa volvió a activar las alarmas, con tres errores.