El ‘quarterback’ de los Philadelphia Eagles, elegido mejor jugador de la Super Bowl, reconoce el mérito de sus compañeros al detener el ataque de los Kansas City Chiefs.
El fútbol americano es, en realidad, un deporte de dos equipos contra dos equipos, ataque de unos contra defensa de otros, y viceversa, más algunos especialistas. Lo más espectacular son los aciertos ofensivos y el quarterback, el director del juego de ataque, del equipo ganador, suele ser elegido mejor jugador (MVP) del partido. La 59ª edición de la Super Bowl no fue una excepción. Jalen Hurts, el cerebro de los Philadelphia Eagles, fue elegido MVP tras completar el que quizá haya sido su mejor partido de la temporada. Sin embargo, en sus primeras declaraciones, rindió homenaje a sus compañeros del otro equipo de los Eagles: “La defensa gana campeonatos”.
Pocas veces es más cierta esa idea que en la Super Bowl de este domingo (madrugada del lunes en España) en Nueva Orleans. La defensa de los Eagles anuló a la gran estrella de los Kansas City Chiefs, Patrick Mahomes, haciendo esfumarse su sueño de ganar tres Super Bowls consecutivas. Desesperado por los placajes continuos y su impotencia para avanzar yardas, Mahomes regaló dos balones decisivos en la primera mitad a la defensa de los Eagles. Uno fue touchdown inmediato y el otro se quedó al borde y fue convertido en la jugada siguiente.